Los Datos:
1. La Opinión Popular: La decisión es acerca de las mujeres y su derecho a obtener contraceptivos.
La Verdad: Hobby Lobby no tiene problema con doce de los dieciséis contraceptivos requeridos por la regulación. Tan solo objeta por cuatro métodos que los manufactureros admiten pueden inducir abortos en algunas personas. Los dueños de Hobby Lobby, la familia Green, son cristianos y creen fielmente en el derecho a la vida. Por esta razón le pidió a la corte que invalidara la ley debido a que viola sus derechos constitucionales a la libre expresión religiosa.
2. La Opinión Popular: El cuerpo de la mujer no es problema de su jefe.
La Verdad: Esto es cierto. Decisiones en cuanto a métodos contraceptivos es una preferencia privada de las mujeres. Lo que no pueden hacer las mujeres, y mucho menos el gobierno, es forzar a su patrono a violar su religión y su conciencia para que pague por su preferencia en esta área. Hobby Lobby no prohíbe que sus empleados compren estos métodos, solamente dice que no pueden moralmente pagar ellos ya que pueden culminar con el aborto de una persona creada a imagen y semejanza de Dios. Si el gobierno quieren que los empleados tengan acceso a éstos cuatro métodos que pueden causar abortos, el gobierno tiene otros métodos para hacerlo que no violan los derechos constitucionales de personas religiosas.
La Decisión:
La Corte Suprema de los EEUU dijo que las empresas de capital cerrado, que son manejadas por un grupo relativamente pequeño, tienen derecho a establecer sus negocios de acuerdo a sus creencias religiosas y el gobierno no puede obligarlos a violar sus creencias a menos que muestre que tiene un interés apremiante y que no tiene una manera menos restrictiva de alcanzar ese interés. En este caso el gobierno ya había establecido un sistema que le permitiría ofrecer estos métodos contraceptivos a estas personas sin violar los derechos de Hobby Lobby.
Última Noticia
Los Demócratas están preparando un proyecto de ley para deshacer esta decisión del tribunal Supremo y obligar a las compañías religiosas a pagar por estos métodos, aunque violen sus creencias religiosas. Es importante que los ciudadanos de los EEUU alcen su voz en contra de esta ley y les pidan a sus senadores que se opongan a este asalto en contra de la libertad religiosa.